Desde la Mayordomía pretendemos
poner en marcha actuaciones dirigidas fundamentalmente a una gestión eficaz y
transparente de los recursos con los que cuenta nuestra Hermandad, así como a
un adecuado mantenimiento de nuestro patrimonio.
Tenemos el firme compromiso
de conocer la situación de los hermanos que por circunstancias económicas no
pudiesen asumir el pago de las cuotas y proponerles alternativas para evitar que
llegasen a causar baja, contra su voluntad, en la nómina de la Hermandad.
Consideramos necesario
llevar a cabo una actualización de las cuotas impagadas e incentivar la
participación de nuestros hermanos en la venta de lotería, una de nuestras
mayores fuentes de ingresos.
Debemos cuidar debidamente
nuestros enseres y agilizar los trámites durante los días de reparto de
papeletas de sitio para evitar largas esperas, ayudar a nuestros jóvenes a
organizar sus actividades, colaborar con nuestros Priostes e involucrarnos en
la labor de nuestra Diputación de Obras Asistenciales, conociendo las necesidades
de nuestros hermanos y de nuestro entorno.
Nuestra Casa de Hermandad es
el lugar donde compartimos buenos momentos de convivencia y donde trabajamos
por y para nuestros hermanos, por ser la casa de todos tenemos que cuidarla y
mantenerla como merece, acometiendo las reformas necesarias y abriendo sus puertas
a todos sin distinción.
Otro de los objetivos
fijados es conseguir que las tradicionales comidas de Hermandad con motivo de
los cultos a nuestros Sagrados Titulares sean más asequibles, permitiendo la asistencia
de un mayor número de hermanos. Todos debemos tener la posibilidad de acudir al
almuerzo tras la celebración de nuestro Quinario o del Triduo a Ntra. Sra. de la Palma a finales de octubre.
No podemos olvidarnos del Centro de Estimulación Precoz, nuestra mejor insignia. Debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance por conseguir nuevos medios de financiación, captar nuevos socios protectores para que esta hermosa labor tenga siempre un Buen Fin.