lunes, 18 de junio de 2012

DIVINA PASTORA DE SAN ANTONO



NUESTRA QUERIDA VECINA, LA DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS

Se ha cumplido hace pocos meses el siglo de estancia de la Hermandad de la Divina Pastora de las Almas en nuestra Iglesia de San Antonio de Padua. Son cien años ya de convivencia entre los muros blancos del templo franciscano y muchos los lazos que nos unen.
Nuestra Hermandad vecina es una corporación pequeña, casi familiar, pero muy activa y comprometida con la Iglesia, guiada siempre por el espíritu franciscano que compartimos.

Muchos de los hermanos que visten cada Miércoles Santo la túnica marrón se encomiendan a María como Madre del Buen Pastor, al igual que quienes se confiesan fieles devotos pastoreños veneran al hijo de Dios muerto en la Cruz, el Cristo del Buen Fin.

Es hora de estrechar los vínculos que nos unen y colaborar conjuntamente para ayudar a quienes más lo necesitan, disfrutar de ratos de convivencia que nos permitan conocer a los que también son nuestros hermanos, con independencia del cordón de su medalla, que contemos con su presencia en nuestros actos y cultos o que podamos compartir la Eucaristía con motivo de la Sabatina a su Bendita Titular. Que nuestra Casa de Hermandad sea de ellos y que podamos sentirnos como en la nuestra cuando acudamos a la suya.

Todos pertenecemos a la misma familia Franciscana y queremos que nuestra Hermandad vecina lo sea más que nunca. Que no sólo quede nuestra unión reflejada con la presencia del estandarte corporativo en algún culto o procesión sino que seamos verdaderos hermanos, ya sea bajo la dulce mirada de la Divina Pastora o de la protección de Ntra. Sra. de la Palma.

PAZ Y BIEN